
No puedo creer la indiferencia que tuve cuando mi amigo Paris me dijo que le daba cosa pasar por la estación del metro Balderas, donde hace poco hubo una balacera y lamentablemente hubo heridos y muertos. El hecho es que creó un ambiente de muerte en ese lugar, por el que a diario tienen que pasar muchisimas personas y más al ser un transborde tan importante.
Me pregunto que pensaran mientras se encuentran allí, debe haber quien sienta el miedo de que le suceda algo similar o que se imagine que hubeira hecho o sentido ese día, y aún más quien paso por allí 5 o 10 minutos antes, innecesariamente se situan en el momento y crean su historia alterna de lo que hubiera sido si esos minutos no hubieran pasado y hubiesen sido los asustados o peor áun los muertos.
Por el contrario debe hacer también personas que pasen con la misma indiferencia con la que yo paso, sabiendo que es un día como cualquier otro y que la posibilidad de sufrir algo así puede pasar en cualquier hora y lugar, que sabiendose de alguna forma vulnerable prefieran no preocuparse y seguir teniendo siempre las mejores expectativas.
Mi duda es si la indiferencia o no preocupación sea causada por el estilo de vida en el Distrito Federal, o sea una forma de ser de cualquier citadino en el mundo, donde no solo la cultura y gobierno se concentran, sino también la violencia y el crimen, lo que nos lleva a acostumbrarnos y dejar de sentir pena o tristeza, me gustaría escuchar opiniones distintas para ampliar el panorama.
Por otro lado están las emociones agradables. Y es que en esta ciudad llena de contrastes, donde por una parte tenemos la glamorosa y a veces snob colonia Condesa y por otra al movido pero temido barrio bravo de Tepito, provoca una serie de sensaciones que se contrarían entre sí, y que de alguna manera te provoca estrés o te inmuniza a ella. Tal vez eso sea lo que cause la indiferencia: la explosión de sentimientos que al ser tantos pierden sentido.