jueves, 21 de abril de 2011

Keep it Simple

Cuando pasé del minimalismo a la simpleza pude reconocer que el drama no tenía cabida, y es que no se trataba de reducir ni los detalles, ni las emociones, ni los actos, ni el tiempo; ahora me doy cuenta que cada detalle, emoción y acto tiene su tiempo, su espacio y su intensidad.

No hace falta inventar o exagerar situaciones, el tiempo se encarga de ir llevándotelas y lo único que hace falta es dejarlas fluir, retenerlas es igual de inútil. Es disfrutar el placer y el dolor. Es responsabilizarte de tus acciones, no repartir culpas. Es una relación saludable con tu propia persona y, partiendo de ello, con los seres con los que compartes eso mismo, el ser. Es amar y, aveces, paz. Es buscar y lograr el equilibro, y es constante porque siempre hay movimiento. Es un esfuerzo diario, solo diario, no se acumula ni pesa. Por eso es simple.