miércoles, 1 de febrero de 2012

Inconveniente

Me quedé pensando muchas cosas.


En mi "estancamiento" de vida, en la insatisfacción de lo que hago, de mi rutina. En la vida después de ésta vida, en si existen las familias eternas y si volveré a verte, en el miedo que me causa la vejez.

En mis emociones exacerbadas y en mi falta de equilibrio.

En ti y en la confusión que me causas. En los límites que pone (¿o pongo?) y en sus muestras afectuosas. En sus sonrisas, sus risas, en las miradas encontradas por azar, en su sencillez y su bondad, en su amabilidad. En sus secretos. En que me gusta mucho y... ¡qué diablos! en mi imaginada correspondencia suya.

Me quedé pensando en la premura de éste escrito, en que debo dormir, y en lo ridículo que será (seré en) el futuro.

En el futuro, con la incomodidad de saberme libre, pero no por lo libre sino por lo solo, en la soledad que me aisla.

En el Dios que no conozco, en mi Dios (con la ligera molestia al decir que es mío), en filosofía, en pensamiento. En mis amigos y lo lejos que me siento de ellos. En la tristeza que causo a algunos. En el dolor, en el miedo.

Me quedé pensando en el cielo,  en la eternidad ¿estaré yo allí? o ¿seré yo eso? ¿seré eterno?



Me quedé pensando y me dio sueño, y dejé de pensar, y seguí sintiendo, sin pensar lo que siento, sintiendo...

Sintiendo.





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