martes, 30 de marzo de 2010

Grazie


Entre un suceso y otro aún quedan muchas palabras por escribir. Cumplir 21 años no resultó en la gran fiesta que imaginé cuando cumplí 18, y terminar la carrera no se ve tan claro y fácil como cuando inicié con el curso de inducción en primer semestre. Aproximadamente 8 meses hay entre estos dos sucesos y, como acabo de decir, queda mucho por escribir.


He llegado a pensar que no soy aún lo que quiero ser, pero si lo que quería, como que el futuro me va llegando a cucharadas y por eso no me doy cuenta de los cambios que han sucedido desde que comencé a pensar en un proyecto de vida, o al menos en el modo en que iba a ser. La auto-percepción que tengo concuerda con lo que buscaba ser y eso me hace sentir tranquilo, en la escuela todo avanza aunque siento que es lentamente, y a pesar de eso siento que falta algo.

No sé que hubiera sido del día de mi cumpleaños si hubiera regresado a mi casa, de la desesperación por pensar en todo lo negativo que me había pasado en la semana, porque estando en la estación del metro debajo del reloj era en lo único que me podía entretener mientras llegaba él. Casi las 7 y recibí sus llamadas, ya iba en camino, pero no sabía que tan lejos estaba y solo me exasperaba. Llegó y no lo recibí precisamente con una sonrisa, pues no me sentía con el ánimo de hacerlo, así que salimos a la avenida para ir al cine, el cual era el plan original, sólo que ya no tenía ganas de entrar.

Caminamos mientras le contaba las razones de mi enojo, con una voz sonora (según yo) y con una velocidad que solo en esa clase de situaciones utilizo, él me escuchaba e iba resolviendo, o respondiendo, cada uno de mis puntos. Llegamos al parque y yo ya no tenía más que decir, al fin era todo y... bueno... hay gestos que... en fin, pocas veces alguien me ha visto así, y esos alguienes son de mucha confianza.

Después vino lo divertido, la discusión de tema social, la bebida, las burlas y las bromas, los comentarios ingeniosos y también los sosos jaja (pero no diré de quien fueron cada uno), el cigarro mentolado, la caminata de no sé cuantas horas, Bellas Artes, La Alameda, las enseñanzas artísticas y del lenguaje, San "Juditas" Tadeo y sus fieles jaja, etc. Y lo mejor de todo, que al mismo tiempo fue la causa de que el día terminara bien, fue que estuvieras allí, conmigo; y que más que palabras, las tuyas casi sabias desde mi punto de vista, me demostraras con hechos que si eres amigo, y uno muy bueno.

Sin demeritar a los que de otras maneras me festejaron. Muchas, muchas gracias Beto, y te lo digo de nuevo: me hiciste el día :D

3 comentarios:

  1. Happy b.day sr.!!!
    Que bueno que al final haya sido un buen día, y como dices, es algo que solo esas personas que son importantes para nosotros logran hacer, así te sientas de la peor manera, ellos saben como animarte y como alegrarte, y al final de las horas te das cuenta que todo vale la pena y que es por esos momentos que sigues adelante y disfrutando de todo lo que logras, lo que eres y lo que deseas.

    Feliz día muchachon!! sé feliz, aunque ya estés cincuenton, jajaja :P

    Saluditos!! ^^

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  2. Que genial que te la pasaste bien!
    Para eso son los cumpleaños!

    Saludos!

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  3. Felicidades amigo Joe! Más vale tarde que nunca (me refiero a tu blog). A ver si puedo festejar contigo los 22

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