jueves, 10 de diciembre de 2009

El segundo primer beso

En blanco. No hacía más que pensar en ello, y allí al lado mío estaba ella en la misma situación, porque decir una palabra era irrelevante e incluso innecesario.

El sol iluminaba la habitación y el viento que entraba por la ventana entreabierta hacia que fuera fresca, tanto como para estar recostados el uno junto al otro hablando de nimiedades que ocultaban sus ansias, intentando postergar algo que en realidad preferían hacer en ese instante. Hasta que llegó el momento de afrontarse. Los nervios invadían mi cuerpo, y aquella desenvoltura que me caracteriza simplemente se fue, mis manos húmedas tomaban las suyas y entre risas intentabamos vernos a los ojos.

Como si fuesemos vigilados por alguien revisamos cada rincón de aquel sito para cerciorarnos que nadie nos observaba, aunque dentro de mi sentía que era ridículo, creo que más bien buscabamos que nadie interrumpiera. Pero todo fue en vano cuando vi una sombra proyectarse en la pared que crecía poco a poco, señal que alguien estaba cerca, y desistimos así sin más.

Fue como un alivio, sin embargo el deseo estaba encendido y sabía que no podía esperar más, tenía que hacerlo. Después de tan inoportuna visita salimos hacia el vetibulo evitando que nos siguieran, lo atravesamos con pasos tranquilos y firmes hasta llegar al comedor, un lugar tibio y con una luz tenue que nos ofrecía la tarde, suficiente para sentirse cómodos. Allí, acompañados por las sillas de los próximos comensales, encontramos entre las sombras el momento justo para el gran suceso.

Nos tomamos las manos, vi directamente a sus ojos, se acercó a mi , nuestros rostros se inclinaron y al fin rozaron nuestros labios. Tomé su cuello y el beso fue más profundo, la cálida humedad incitó las emociones mas fuertes, el calor recorrió del cuello hacia mi pecho e invadió por completo mi cuerpo. Nos abrazamos solo para reafirmarnos y el tiempo perdió su sentido, la suavidad de su piel me reconfortaba y apretaba delicadamente su cara para impedir que se apartara.

La intensidad subía, nuestros corazones se aceleraban y el aire abandonada de vez en cuando nuestros pulmones. Respirabamos solo para continuar, nuestras lenguas se encontraban de repente y el placer recorría desde lo fisico hasta lo intangible. Intentaba controlarlo para hacerlo más extenso pero a cada movimiento nos desbordabamos en nosotros mismos, y justo cuando parecía el momento más álgido nos sorpendía descubrir el bochorno que se intensificaba desde el tronco hasta las extremidades.

Y sin ponernos de acuerdo el final llegaba envuelto de una bruma desconcertante, nuestros labios se tocaron por ultima vez y permanecimos abrazados un buen rato. La ternura quedó como vestigio de aquel candente intercambio.

Me escape de entre sus brazos y de pie, perplejo y mirando al suelo intentaba razonar lo sucedido pero mi mente estaba vacía. En blanco. No hacía más que pensar en ello, y allí al lado mío estaba ella en la misma situación, porque decir una palabra era irrelevante e incluso innecesario.

Una entrada de mi antiguo blog que me encanta, perfecto para festejar mis 15 entradas en este, espero les guste (de nuevo), y una canción ad hoc, "Besame" de Ely Guerra:



4 comentarios:

  1. OMG OMG OMG!!! El Universo actúa de formas misteriosas haciéndonos vivir situaciones casi en sincronía. No restaré la belleza descriptiva de tu anécdota -que más bien parece poesía- insertando mi versión pero sólo quiero compartirte, mi querido Jiji, que mi anécdota se titula IGUAL! OMG! Te dejo regodearte en el momento. Hasta el siguiente!

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  2. Jajaja es esto una anécdota o solo un relato?
    Coincido con el comentario de arriba cunado dice que el texto es casi poético. No sabía que tenias esa gracia! jajaja

    Cuidate mucho y nos vemos pronto!

    Saludos!

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  3. Wow!

    Simplemente me encantó y hasta me emocioné hahaha :D
    Y Ely Guerra...me encanta *0* jiji
    Ya no sé que más decir xD
    bye!

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  4. Hay nene, la entrada está tan caliente... que quiero que me hagas eso, en el mismo lugar... sí lo harias nenito?

    Tu nenita.

    Porque hay nenita, jejeje...

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